Ingredientes
✔️ 300 g de calabaza
✔️ 200 g de harina de arroz
✔️ 90 ml de aceite de oliva
✔️ 100 ml de leche de almendras o de avellanas
✔️ 150 ml de sirope de agave
✔️ 2 cucharaditas de canela
✔️ 1 sobre de levadura o 1 c.p. de bicarbonato.
***Un puñado de arándanos secos para adornar (opcional)
Preparación
1.- Pela y corta en trozos pequeños la calabaza.
2.- Añade la calabaza al vaso de la batidora junto con el aceite, la leche de almendras y el sirope y tritúralo todo junto hasta que quede una masa homogénea.
3.- Añade la harina, la canela y el bicarbonato a la mezcla y remueve toda la mezcla hasta que quede homogénea.
4.- Pre-calienta el horno a 180ºC.
5.- Vierte la mezcla al molde y decora la parte superior con los arándanos secos.
6.- Introduce la mezcla en el horno y hornea a 180ºC durante 40 minutos.
7.- Pasado este tiempo pincha con un palillo o cuchillo el bizcocho para ver si sale limpio, lo que significará que el bizcocho esta listo. Si el cuchillo sale un poco pringado de masa, déjalo unos minutos más para que se termine de hacer.
Esta receta de bizcocho de calabaza puede servir tanto como desayuno, merienda o postre. Es muy saludable, y como siempre vegana y sin gluten. Con este bizcocho además, estaremos comiendo verdura ya que lleva calabaza como ingrediente estrella. También se le puede echar chocolate por encima y partirla por la mitad y añadirle mermelada o más chocolate y ya tendría una tarta para alguna celebración o para los días en los que nos apetece algo más dulce. Es cuestión de gustos, aunque para el día a día la recomiendo sin chocolate ya que es más sana y se puede consumir a diferentes horas.
Los bizcochos sin gluten siempre suben menos que los bizcochos tradicionales con gluten. Esto porque el gluten es el componente que hace que la masa suba junto con la levadura. Con las harinas sin gluten, como el gluten no esta presente los bizcochos nunca subirán tanto, por mucha levadura o bicarbonato que añadamos. Al principio puede resultar un poco extraño pero es normal y natural.
Cuando no se consume gluten y/o animales las opciones de picoteo se reducen y muchas veces optamos por comprar productos procesados. Tener algunas opciones para tomar en contadas ocasiones no esta mal, pero no es algo que yo recomiende. Me parece mejor opción tanto por que es más saludable como más económica prepararnos nuestros propios alimentos. Esta receta de bizcocho es perfecta para esas ocasiones a media mañana cuando queremos picar algo entre horas. Podemos llevar un trozo en un tuper al trabajo y también como merienda por las tardes puede ser una buena solución.
¿Cuáles son los mejores moldes para horno?
En este tema hay opiniones diferentes, tanto por expert@s cociner@s como por cocineras de toda la vida como abuelas y madres y padres. Hay quien prefieren los moldes de cristal porque el bizcocho queda más seco, otras personas opinan que en los moldes de silicona el bizcocho se cuece y por lo tanto no se hacen bien los bizcochos, otras sin embargo, prefieren los de silicona porque son más prácticos y fáciles de desmoldar, también están las personas defensoras de los moldes de metal, y algunos optan por lo menos conocidos moldes de cerámica vitrificada… en fin, que para gustos colores como se suele decir.
En mi opinión lo importante es que los moldes sean duraderos, manejables y sobre todo libres de tóxicos. Existen unos moldes de metal que son muy cómodos porque son desmontables, por lo que desmoldar el bizcocho es muy fácil y cómodo, pero hay que fijar se que sean de buena calidad porque algunos enseguida se estropean y el bizcocho se pegará igualmente. Algo en lo que en mi opinión hay que fijarse es que sean libres de BPA (bisfenol A) que es conocido por ser un disruptivo endocrino.
Otro factos en el que fijarse es en la forma. Existen redondos, alargados o rectangulares, de corona (los que tienen un agujero en el centro) y con formas especiales. La forma es un criterio pero el tamaño también es otro criterio, incluso más importante, a tener en cuenta. Si sois pocas personas en casa o incluso vives sol@, entones los moles deberán ser pequeños porque sino tendrás que hacer masa de más para que rellene el molde. Así, que dependiendo de cuantas personas vayáis a comer lo mejor es escoger un tamaño acorde al número de comensales.
Aquí os dejo una variedad de moldes para que escojáis el que más os guste, con formas y materiales diferentes a modo de ejemplo: